Soy Mamá, empresaria y emprendedora.

Hice una maestría en Tecnología de Alimentos, y luego una maestría en Calidad y otra en Estadística.

Soy una persona sumamente analítica, y disfruto muchísimo la parte de organización, pero también soy apasionada de los equipos y de poder lograr que tengan un buen rendimiento de liderazgo que logre cambiar su mentalidad. 

Trabajé varios años con cabezas del área financiera de Nissan, y también de la aseguradora ANZEN de Nissan.

He trabajado dando talleres y cursos a todas las concesionarias de Comex, y eso me ha permitido observar y trabajar con muchos equipos de diferentes personalidades, estilos y ciudades, y que se sientan una parte importante del negocio.

La empresa ideal para mí es la que funciona sin el dueño, pero que también funcione sin cabezas específicas, es decir, que tenga los procesos y los sistemas bien establecidos. Asimismo, es que los colaboradores verdaderamente se sientan parte de la empresa, que se pongan la camiseta y que disfruten lo que hacen. 

El empresario ideal es, para mí, alguien que se involucra con su negocio pero que también se involucra con sus colaboradores y su comunidad. 

Yo creo que el principal reto hoy en día es que estamos en un mundo globalizado y muy competitivo. A veces, queriendo competir y ser el mejor, muchos negocios pierden su esencia. Si el negocio pierde el propósito pierde el rumbo. 

Un negocio no tiene que depender de personas, y la única manera de hacerlo es contar con los procesos y los sistemas adecuados. Esa mancuerna de poder tener los sistemas, pero a la vez tener a las personas correctas que van a gestionar esos sistemas, es lo que ayuda a que el negocio verdaderamente funcione sin el dueño y que no dependa de personas. 

He escuchado de muchas personas (sobre todo dueños de negocios y empresarios) que creen que tener sistemas y procesos es caro, pero realmente te sale más caro no tener un colaborador entrenado. 

Creo que el empresario mexicano, y en general el empresario latinoamericano, debería de tener este estado de conciencia en el que genuinamente se interesa en tener colaboradores entrenados y capacitados, porque un colaborador entrenado y capacitado es más feliz, es más eficiente y tiene mejores resultados.

Mi motor de vida hoy es ayudar a las personas a transformar vidas y negocios, esa creo que es la esencia del ser.